domingo, 29 de abril de 2012

Daniel, un varón amado por Dios


Con la caída de Jerusalén en las manos de los babilonios en 605 A.C. y los saqueos del Templo judío en el 597 A.C. (2 Rey 24,13) y finalmente en el 586 A.C. (2Rey 25,8-15), el Templo de Jerusalén queda destruido y  con él, el orgullo de la nación judía, que sigue el camino del cautiverio en Babilonia.  Unos jóvenes judíos son llevados cautivos en Babilonia por el rey babilónico Nabucodonosor(605-562 A.C.).
Bajo Nabucodonosor, el imperio babilónico dio un salto importante en la grandeza. La gloria militar de este imperio fue el logro de Nabucodonosor, hijo de Naboplasar (626-605 A.C.), y su empuje constructor debido a su genio peculiar. El construyo la ciudad de Babilonia totalmente, llenándola de templos y palacios, jardines colgantes, avenidas fastuosas , hermosas plazas y monumentos suntuosos impresionantes.
El imperio babilónico consiguió su hegemonía política y militar tras la derrota del imperio Asirio, bajo Naboplasar, el padre de Nabucodonosor, que registra en sus crónicas la caída de Nínive en el verano de 612 A.C. y con ella la caída de toda Asiria. Naboplasar puso fin a un imperio muy cruel y odiado por todos los pueblos que habían sometido debido a su crueldad indescriptible utilizada en sus conquistas.
Babilonia estaba situada en las orillas del río Eufrates, en la región de Mesopotamia , a unos veinte kilómetros de Bagdad, la capital actual de Bagdad. Estaba situada estratégicamente sobre una de las mejores rutas comerciales antiguas entre el golfo pérsico y el Mediterráneo, lo que le confirió muchas riquezas.
Entre estos jóvenes se encontraba Daniel, el que escribió el libro de Daniel encontrado en el Antiguo Testamento, y sus tres compañeros mencionados en la Biblia, Ananías, Misael y Azarías.
Estos cuatro jóvenes decidieron permanecer fieles a su Dios , al Dios de Israel y sus esfuerzos fueron recompensados.  Decidieron no comer de las comidas babilónicas que incluyan en gran medida carne y vino, ofrecidas a los ídolos, consideradas como comidas contaminadas por la religión israelita, y pidieron en cambio legumbres y agua (Dan. 1,12), una comida vegetal excelente para unos jóvenes que iban a estudiar las ciencias de Babilonia. Al cabo de los diez días , el rostro de ellos parecía mejor y mas robusto que el de los otros muchachos que comían de la porción de la comida del rey(Dan. 1,15).
Dios les dio a estos cuatro jóvenes hebreos que permanecieron fieles, conocimiento, inteligencia, y a Daniel, la capacidad de interpretar sueños y visiones (Dan 1,17).  Cuando fueron llevados ante le rey Nabucodonosor no se encontró ninguno como ellos. El rey los encontró diez veces mejores que cualquier mago o  astrólogo de la corte.
Así fueron recompensados por su fidelidad hacia Dios y ganaron el respeto y la apreciación del soberano babilónico. Esto fue solo el comienzo de la historia extraordinaria de Daniel en la corte babilónica.
Aunque tras la destrucción de Jerusalén por las tropas babilónicas el reino de Judá nunca se habilito como reino, quedo siempre bajo la autonomía de alguien, pero Dios seguirá bendiciendo a los israelitas fieles y verdaderos, como Daniel y otros más, demostrando su poder y su autoridad en la historia.